Hoy mi tío habría cumplido 59 años. Este texto lo escribí poco tiempo después de su muerte, hace ya muchos años. Lo he rescatado y lo he reescrito. Lo comparto por primera vez, nunca lo he leído en alto. Escribir sobre alguien es para mí una de las muestras de amor más bonitas. Se lo dedico a él y le mando mi amor allá donde esté, seguro que rodeado de plantas.
Es muy personal y breve, pero creo que siempre podemos encontrar puntos comunes en las historias de otros. Al final, compartimos más de lo que imaginamos <3
Tengo tu foto colgada en la pared de mi habitación. En ella sales sonriendo, sentado junto a tu hermana. Tendrías 4 o 5 años. Es una pena que los recuerdos que tengo de ti en mi mente no pueda enmarcarlos. Se mueven rápidos, como estrellas fugaces. Y con el paso del tiempo se van desvaneciendo cada vez más y más... Me recuerdo sentada en tu cama, en la habitación prohibida—eras celoso de tu intimidad—, removiendo el yogur con la cucharita para que quedara más cremoso, como te había visto hacer momentos antes. Me enseñaste Perfecta de Miranda! y cada vez que la escucho te pienso. Recuerdo tus bromas, tu espalda peluda, tus discos de vinilo y tus pantalones caídos. Un día te fuiste. Estuvimos largo tiempo sin saber de ti, y para cuando volviste no lo hiciste solo. La muerte—sigilosa y oculta—entró también a casa. Dormía a tu lado y poco a poco lo invadió todo. También a la abuela. Tus huesos, hablaban cada vez más alto y el agujero de tu barriga nos avisaba con su olor de que el momento estaba cerca. Mamá se quitaba la vida para dárosla a vosotros. Primero la abuela, después tú. La enfermedad pinta todos los recuerdos de otro color. Pero yo rasco y rasco, para recordar todos los colores brillantes que había antes. Para mí, siempre serás música y flores; tu jardín, tus gallinas y tu mirada sincera; la manta pesada de tu cama, y todo aquello que nadie supo nunca. Tu tiempo entre nosotros terminó. Marchaste hacia campos infinitos de flores mágicas, que esperaban ser cuidadas con delicadeza por tus manos y regadas con tu amor. Tus últimas palabras fueron sobre mí. Mamá siempre lo recuerda. Ya nunca más sonará en el mundo tu voz. Pero en cada eco de la mía, siempre habrá un poco de la tuya.
Ay…Gracias por leerme, te mando un abrazo fuerte fuerte a través de las estrellas y de las olas del mar <3
Me ha emocionado mucho, preciosa carta.
No dejes de escribir y compartirlo.
Gracias.
Qué preciosidad, Meri ❤️🩹🥹💐