Son las 21:50, estoy en la terraza con mi madre.
Mira la luna, María -me ha dicho ella mientras me pasaba sus prismáticos.
Me ha encogido un poco pensar en esa piedra flotando tan lejos y tan cerca al mismo tiempo. Tan tan bonita.
Llevo varias semanas queriendo escribirte, calentándome la cabeza intentando encontrar ideas que compartir contigo sin ningún éxito. Y ayer, sin buscarlo, sucedió. Esta carta, como todas, vino a mí en el momento más inesperado. Incluso ahora, mientras la escribo, no sé como va a acabar exactamente, pero bueno, ahí va…
Llevaba casi una hora bailando, rodando, intentando hacer el pino sin pared (fallando en el intento), tumbándome en el suelo y de nuevo todo lo anterior en bucle. Entre unas cosas y otras, intenté hacer el puente y, ahora que lo pienso, probablemente no lo hacía desde que iba al colegio. Todo el peso de mi cuerpo iba a mi cabeza, no podía levantarme y arquear la espalda. Tras varios intentos, decidí parar para no hacerme daño.
Me tumbé con las piernas extendidas y las manos abrazando la parte baja de mi abdomen. Por alguna razón necesité esfumar de mi cuerpo toda energía masculina: hombres de mi vida y de la historia genética de mis células. Solo mujeres invitadas a esta fiesta inesperada. Con los ojos mirando al techo comencé a visualizar ese linaje femenino, a imaginar como fueron sus vidas, como fueron ellas…
No sé si sabías esto, yo lo descubrí hace unos años: Las mujeres nacemos con todos los óvulos que tendremos en toda nuestra vida. Esto significa que, cuando mi abuela estaba embarazada de mi madre, parte de mí y de mi hermana estuvieron dentro de ella también en el útero de mi madre. Tres generaciones de mujeres contenidas en un sola mujer. Estuve dentro del cuerpo de mi abuela, caminé sus pasos…me emociona tanto. Si algún día llevo dentro de mí una niña, al mismo tiempo estaré llevando parte de mis posibles futuras nietas. Y eso es mucho. Es demasiado poderoso.
Sentí la memoria de todas las mujeres que han existido para que yo exista hoy y las reuní muy fuerte en un abrazo imaginario conjunto. Tras el abrazo volví a intentar hacer el puente y me salió a la primera, sin ningún esfuerzo! Me quede flipando, que siiii que sería porque me colocaría mejor o lo que fueeera…pero mi sensación en ese momento fue que todas ellas me dieron la fuerza y la conexión que me faltaban para conseguirlo jejejeje :P
Pensando en mujeres, en fetos y en óvulos, recordé que un día oí vagamente algo de que los óvulos se encendían para guiar a los espermatozoides hacia ellos o algo así (no era eso exactamente). Me costó un buen rato encontrar las palabras para conseguir algún resultado en Google, como cuando buscas una canción a modo tarareo. Al final lo encontré, se llama “zinc spark” o “la chispa de vida”.
No me voy a poner muy científica, pero el caso es que cuando un óvulo es fecundado, alrededor de 20 billones de átomos de zinc se liberan, generando una chispa de luz muy similar a los fuegos artificiales, a las estrellas…¿No es increíble sentir que una vez fuiste un sol dentro del cuerpo de tu madre? Tus manos, tus ojos, tu boca…todas las partes que te componen provienen de una chispa de luz inicial. Se iba a formar una nueva vida y te celebraron con los mejores fuegos artificiales.
Imagino todo tan oscuro dentro de mí…pensar en esas pequeñas reacciones que pueden ocurrir e iluminarnos por milisegundos me hace emocionarme como una niña pequeña.
Esa misma noche, al irme a dormir, comenzaron a haber muchos relámpagos seguidos y me pareció una coincidencia muy mágica.
Hoy, al llegar al trabajo, mi compañero Jonatan nos ha contado que mientras venía iba pensando en qué parte del cuerpo seríamos cada departamento de la oficina. Por ejemplo, la puerta sería la boca por donde entra el trabajo; mi compañera Ana sería el corazón y la sangre, porque nos mantiene a todos pulsantes de vida y nos salva siempre de cualquier lío; dirección sería el cerebro, etc., etc. A mí, como podrás imaginar, me ha ENCANTADO esa reflexión. De hecho, no sé como no se me había ocurrido antes…jejejeje. Así que yo he seguido dándole vueltas a su borrador. Carlos y yo seríamos la placenta, esta clarísimo. Venimos de refuerzo en verano, cuando más trabajo hay, cuando la empresa está embarazada. Se crea un nuevo órgano para sacar adelante la vida extra que habrá durante una época. Me ha encantado sentirme placenta.
Chari, mientras limpiaba, nos estaba escuchando y se reía de nuestras ocurrencias.
¿Qué parte sería yo? -nos ha preguntado.
El sistema linfático o los riñones, sin duda Chari. Limpias todos los desechos que producimos el resto de partes -le he contestado yo.
Le ha encantado su papel en el cuerpo de la empresa. A todos nos han encantado nuestros papeles y la verdad es que ha sido muy gracioso y bonito, lo he sentido muy conectado con lo que venía pensando y las reflexiones que te he compartido hoy.
Hay tanta expresión del interior de nuestros cuerpos en el mundo que hemos creado…
Mientras caminaba de vuelta a casa me he imaginado a todas las personas con las que me cruzaba como ese primer óvulo brillante. El cielo en la tierra, y todos nosotros como estrellas, formando distintas constelaciones.
En cierto modo, todo en la vida nace de una chispa inicial. Algo se enciende dentro de nosotros para formar una nueva vida. Para cambiarnos y transformarnos una y otra vez, hasta el momento en que la luz se vuelva infinita…
Acabo de terminar de escribir, he asomado mi cabeza por la ventana y he sentido la brisa suave y fresca que hace esta noche. La luna está preciosa e iluminada, y ahora ya parece que solo veo óvulos por todas partes! jajajajaja Se me pasará :P
Pienso en tí que me lees y siento mucha gratitud en el corazón. Ay…gracias por formar parte de mi constelación de óvulos brillantes especiales :)
Espero que estés bien <3 Yo desde hace unos días soy dueña de un tambor chamánico y de un palo de lluvia pequeñito, así que te puedes imaginar las que estoy liando por mi casa…
En fin, que te mando un abrazo súper súper fuerte y espero que nunca olvides ese brillo que es tuyo y solo tuyo, desde el primer segundo de tu existencia.
Con amor,
Meri
Muaaaaaak
Siempre consigues hacerme sentir como una mujer poderosa: Tienes una energía fuerte, pero siempre la recibo como si fueras una mariposa posándose en mi mejilla para darme un beso.
Cuanta belleza en tu relato Meri ♡ Agradecida de poder leer tus palabras justo hoy, ni antes ni después. Hoy, cuando la sincronía divina nos une♥︎